Según la Asociación de Mobiliario de Cocina (AMC), implantar una iluminación adecuada en una cocina conlleva una serie de ventajas, entre ellas, garantizar una óptima visibilidad, aumentar la seguridad en áreas concretas, mejorar la eficiencia energética o realzar los detalles arquitectónicos y estéticos del espacio.
En el mundo del diseño de interiores, el espacio destinado a la cocina ocupa un lugar primordial en los hogares. En este contexto, la iluminación desempeña un papel fundamental, donde la luz natural se convierte en protagonista indiscutible; sin embargo, cuando esta no es suficiente, es crucial diseñar un sistema de iluminación adecuado que garantice la funcionalidad y la estética de “la buena cocina hecha en casa”.
Según la Asociación de Mobiliario de Cocina (AMC), entre las ventajas de un buen diseño lumínico destacan: garantizar una óptima visibilidad para realizar distintas tareas, como cocinar, manipular alimentos y limpiar de manera segura y eficiente; aumentar la seguridad de los usuarios en áreas concretas, como la vitrocerámica o el fregadero, al proporcionar una iluminación clara y directa sobre la zona de trabajo; mejorar la eficiencia energética, gracias al uso de una iluminación bien distribuida y adecuada; realzar los detalles arquitectónicos y estéticos del espacio; y crear un ambiente acogedor y agradable que invite a su disfrute.
Iluminación general
En el diseño de cualquier cocina, la iluminación general es esencial para sustentar la funcionalidad, seguridad y confort del espacio. Esta debe ser uniforme y constante, proporcionando una visión global del ambiente que garantice la seguridad de quienes la utilizan, maximice la eficiencia en las tareas y contribuya al bienestar general.
Para lograr el equilibrio idóneo, una de las mejores opciones pasa por la instalación de focos empotrados en el techo. Estos elementos, disponibles en una gran variedad de formas, como redondos, cuadrados o rectangulares, se adaptan perfectamente a las necesidades específicas de cada cocina. Su colocación permite una distribución homogénea de la luz, evitando sombras innecesarias y proporcionando una iluminación consistente y eficaz.
Una correcta iluminación general es crucial para la creación de un ambiente acogedor, funcional, inspirador y que satisfaga las necesidades de los usuarios.
Iluminación funcional o de trabajo
La iluminación funcional en la cocina desempeña un papel indispensable en áreas donde la luz natural es limitada o insuficiente. Estratégicamente situada, esta forma de iluminación está diseñada específicamente para mejorar la eficiencia y facilitar el trabajo en una cocina.
Las luces ubicadas bajo los gabinetes aseguran una iluminación directa sobre la encimera, lo que facilita la preparación de alimentos y reduce las sombras que puedan generarse. Del mismo modo, los focos colocados en el área de cocción o el horno garantizan una visión sin obstáculos, mejorando la seguridad y la precisión del cocinado. Otras alternativas efectivas son las lámparas colgantes y deliberadamente ubicadas sobre barras, islas, mesas y penínsulas, o los rieles de luz situados bajo las estanterías. Estas soluciones proporcionan una iluminación concisa y directa, y ayudan a crear un entorno más estético y visual.
A diferencia de la iluminación general, las luces ambientales se suelen colocar en elementos o zonas concretas, como en el interior de vitrinas o armarios con puertas de cristal, baldas, lejas, estantes abiertos, lineros e, incluso, en zócalos. Además de ayudar a mantener una cocina visualmente ordenada y segura, crea un ambiente acogedor, atractivo y totalmente personalizado.
Optar por la iluminación ambiental ofrece la posibilidad de jugar con diferentes tonos de luz para lograr el ambiente deseado. Las luces más cálidas y suaves son ideales para crear espacios relajantes y confortables, perfectos para disfrutar de momentos de tranquilidad y serenidad; por el contrario, las luces más brillantes y frías se convierten en la elección adecuada para estimular la concentración y la actividad.
Iluminación eficiente y de alto rendimiento
Apostar por tecnologías de iluminación de alto rendimiento y que conlleven un menor consumo de energía, como las bombillas LED, es una decisión inteligente y responsable con el entorno y la economía del hogar. Además de su eficiencia energética y durabilidad, las bombillas LED ofrecen una luz brillante y nítida que mejora la visibilidad, la estética y el confort visual en la cocina.
Las luces LED ofrecen una amplia gama de opciones, desde su uso en focos empotrados o lámparas hasta su aplicación como tiras LED sobre encimera, bajo módulos de mobiliario o en lineros. Este tipo de iluminación se caracteriza asimismo por su adaptabilidad a cualquier posición y espacio, gracias a su flexibilidad.
Las bombillas LED garantizan ahorro energético de hasta un 80% más que la iluminación tradicional y una durabilidad de 50.000 horas, lo que se traduce a 17 años si se hace un uso diario de ocho horas. Más del 85% de la energía consumida es transformada en luz y no en calor.
Iluminación innovadora y conectada
En plena era de la tecnología inteligente, la iluminación en las cocinas ha evolucionado hacia la conectividad y la sensorialidad, y está revolucionando la forma en que se interactúa con la cocina. Luces con innovación sensorial o conectadas a dispositivos por Wifi ofrecen nuevas formas de experimentar y utilizar este espacio, brindando una experiencia única y adaptada a las necesidades de los usuarios.
Un punto destacado en esta evolución es la incorporación de iluminación inteligente en el interior de los armarios y cajones, lo que facilita una mejor visualización de los utensilios y
una organización más eficiente del menaje. Esta mejora no solo aumenta la comodidad en la cocina, sino que también agrega un toque de sofisticación y practicidad al espacio culinario.
Iluminación decorativa
Las opciones en iluminación decorativa son verdaderamente infinitas y pueden adaptarse a una amplia gama de estilos y preferencias. Los accesorios de iluminación bien seleccionados, como lámparas colgantes sobre mesas e islas o apliques elegantes y llamativos, pueden convertirse en auténticos elementos decorativos por derecho propio, agregando personalidad y estilo a una cocina.
Una opción muy popular son las lámparas fabricadas a partir de distintos materiales, como fibras naturales, cristal o metal, que crean un ambiente atractivo, agradable y sofisticado. En los últimos años, el estilo industrial ha ganado notoriedad en el diseño de interiores y, como no, en el ámbito de la iluminación. Las bombillas vistas, por ejemplo, se han convertido en un elemento característico de este estilo, aportando autenticidad y carácter.
Más información sobre AMC
La Asociación de Mobiliario de Cocina (AMC) representa a las principales empresas de equipamiento de cocina fabricado y distribuido en España con el objetivo de fomentar su consumo y el crecimiento del sector en su conjunto.
AMC es el principal interlocutor en el sector del mueble de cocina español y contribuye al posicionamiento de la marca “la buena cocina hecha en casa” como referente internacional tanto por su calidad y diseño, como por su compromiso con el consumidor y el medio ambiente.
Las más de 130 empresas asociadas a AMC se dividen en fabricantes de muebles de cocina; de mesas y sillas; fabricantes e importadores de electrodomésticos, fregaderos, encimeras y componentes; distribuidores y empresas colaboradoras. Todos cumplen con unos elevados estándares de calidad en cuanto a producto, honorabilidad y comportamiento ético correcto en los aspectos económico, comercial y social.
AMC ofrece servicios, desarrolla actividades, facilita el networking y amplía oportunidades de negocio. La Asociación co-organiza la feria Espacio Cocina SICI, un evento principal y único en el sector, que se celebra bienalmente en Feria Valencia y cuya próxima edición tendrá lugar en octubre de 2024 coincidiendo con la feria Hábitat.